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Es hora de dar importancia a la inocuidad de los alimentos en la agenda del desarrollo

Imagen📷Compradores en una tienda local en el estado de Lagos, Nigeria. © Arne Hoel/Banco Mundial
Compradores en una tienda local en el estado de Lagos, Nigeria. © Arne Hoel/Banco Mundial

Creo que es un día para recordar que cada integrante de la cadena de suministro de alimentos tiene una función que cumplir para garantizar que lo que consumimos sea inocuo. Es momento de enfocarnos en los costos perjudiciales de la inacción en materia de inocuidad alimentaria a nivel de los países.  El capital humano de África y de cualquier otro lugar depende de que los niños sobrevivan hasta los 5 años, del nivel de educación que obtengan y de que sean lo suficientemente sanos para continuar aprendiendo y trabajando  . También sabemos que la mayor parte de las personas que mueren de enfermedades transmitidas por los alimentos en África son niños menores de 5 años. Los costos de estas enfermedades por lo general están ocultos, pero no podemos erradicar la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida si los alimentos que consumen millones de personas pobres y vulnerables no son inocuos.  Si daña la salud, no es comida .  

Recientemente estuve en Addis Abeba para la presentación del informe de la Alianza Mundial para la Inocuidad Alimentaria, Food Safety in Africa: Past Endeavors and Future Directions (Inocuidad alimentaria en África: Esfuerzos pasados e indicaciones futuras) (i). Los autores del informe analizaron más de 500 proyectos y actividades en África al sur del Sahara desde 2010 y observaron que la mayoría de los proyectos se centraba en la inocuidad alimentaria de las exportaciones. Si bien las exportaciones son fundamentales para las economías, el continente africano padece los peores niveles de inocuidad de los alimentos del mundo, lo que ocasiona pérdidas de capital humano por un valor estimado de USD 16 700 millones anuales.  

Quisiera destacar tres enseñanzas del informe, que cito a continuación: 

La salud primero: Los Gobiernos y los donantes deben dar prioridad a inversiones para abordar mejor la salud pública de los consumidores nacionales que dependen de los mercados informales. Hoy en África las enfermedades transmitidas por los alimentos se cobran la vida de unas 137 000 personas al año, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud. A nivel mundial, este tipo de enfermedades genera una carga para la salud pública similar a la del paludismo, el VIH/SIDA y la tuberculosis. Enfoques basados en los riesgos: Se debe fortalecer la capacidad para contar con sistemas de inocuidad alimentaria bien gestionados, basados en las pruebas y en los riesgos. Impulso del mercado: Es necesario empoderar a los consumidores y al sector privado con información y responsabilidad, de modo que puedan exigir alimentos más sanos y contribuir desde su lugar.  No podemos erradicar la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida si los alimentos que consumen millones de personas pobres y vulnerables no son inocuos. Si daña la salud, no es comida.

En la actualidad estamos produciendo y consumiendo más alimentos que nunca. Sin embargo, los alimentos insalubres nos están matando. No olvidemos que la inocuidad de los alimentos es un requisito de la seguridad alimentaria. Está vinculada, directa o indirectamente, al logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente los dirigidos a poner fin al hambre y la pobreza, y promover la salud y el bienestar. La seguridad alimentaria y nutricional se logra únicamente cuando los elementos esenciales de una dieta saludable no dañan la salud los consumidores.  

Los alimentos inocuos también son vitales para el crecimiento y la transformación de la agricultura —a fin de alimentar a una población mundial cada vez mayor y más próspera—, la modernización de los sistemas alimentarios nacionales y la integración favorable de un país en los mercados regionales e internacionales. 

En la presentación de Food Safety in Africa, los participantes estuvieron de acuerdo en que necesitamos más datos para empezar a discutir soluciones prácticas. No obstante, sabemos lo suficiente para comprender la urgencia de la acción.  

África no es la única que se enfrenta al desafío de la inocuidad de los alimentos . De acuerdo con The Safe Food Imperative (El imperativo de la inocuidad de los alimentos) (i), publicado por el Banco Mundial en la segunda mitad de 2018, las pérdidas de productividad también son astronómicas a nivel mundial: se estima que los países de ingreso bajo y mediano pierden USD 95 200 millones por año debido a las enfermedades transmitidas por los alimentos, y que el costo anual de tratar estas enfermedades asciende a USD 15 000 millones . En general, para los países en desarrollo, los costos económicos internos y de salud pública que generan los alimentos insalubres son 20 veces superiores a los costos comerciales conexos.  

Es momento de invertir más para aliviar las consecuencias en la salud pública de las enfermedades transmitidas por los alimentos para los consumidores locales. La inocuidad de los alimentos es una responsabilidad compartida. 

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